CÁNCER DE PIEL
Recomendaciones de la OMS
Para prevenir el cáncer de piel, la OMS recomienda adoptar un conjunto de medidas de protección solar cuando el índice ultravioleta (UVI) sea igual o superior a 3. Hasta el 80% de los casos de cáncer de piel podrían evitarse con unos hábitos adecuados de protección solar.
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La primera de las recomendaciones es evitar el uso de cabinas de bronceado artificial, especialmente en menores de 35 años. Del mismo modo, deben evitarse exposiciones solares prolongadas en horario de máxima irradiación (entre las 11 a.m. y las 4 p.m en los meses estivales). Permanecer a la sombra es una de las mejores medidas de protección solar, como también usar ropa cubriente (manga larga, pantalón largo), sombrero de ala ancha y gafas de sol homologadas (categoría 2, 3 y 4). Para proteger las zonas de piel no cubiertas por la ropa, se recomienda usar cremas solares FPS 15+, amplio espectro y resistentes al agua. Las cremas solares deben aplicarse en cantidad suficiente (2mg/cm 2 ) y renovarse cada 2 horas, tras el baño o el secado con toalla. Los protectores solares no deben usarse para prolongar la exposición solar ni en sustitución a la ropa como medida de protección solar. Por último, es conveniente beber agua y zumos de frutas para reponer los efecto térmicos del sol y el daño fotoxitativo de las RUV. No hay que bajar la guardia en los días nublados, ya que el riesgo de quemadura solar permanece. Por otro lado, el agua del mar, la arena de playa y la nieve comportan un riesgo añadido, debido a la radiación solar reflejada en esas superficies.
La OMS recomienda consultar el UVI local y ajustar la protección solar a cada momento. A partir de un valor de UVI de 3 deben iniciarse las precauciones y cuando es mayor de 7 deben extremarse las medidas de fotoprotección. En cualquier caso, los niños/as siempre deben extremar las medidas de protección solar, como también las personas de piel clara, fototipos I y II, las que tienen numerosos lunares, antecedentes familiares de melanoma, inmunosupresión y enfermedades genéticas que cursan con fragilidad frente a las RUV.
Por otro lado, una exposición solar moderada es necesaria para mantener unos niveles adecuados de vitamina D. En términos generales, se recomienda una exposición solar de unos 20 minutos al día, exponiendo una superficie de piel equivalente a la cara y los antebrazos, no obstante ésta depende de diferentes factores como la estación del año, la hora del día, la latitud, la altitud, el fototipo cutáneo y la edad de la persona. Puesto que el sol es la principal fuente de vitamina D, las personas en riesgo de hipovitaminosis deberán vigilar sus niveles plasmáticos de 25 OH vitamina D 3, e incrementar su aporte a través de la alimentación o mediante suplementos dietéticos en caso necesario. Además, la fotoprotección no consiste en limitar la realización de actividad física al aire libre, sino en prepararnos para ella, pues necesitamos los beneficios que el ejercicio reporta en la salud y en el bienestar físico, mental y emocional.
Por último, la OMS insta a los gobiernos a desarrollar políticas de fotoprotección en diferentes ámbitos para reducir la incidencia y la mortalidad por cáncer de piel. Las estrategias que mejores resultados han mostrado son aquellas que se han llevado a cabo desde las instituciones gubernamentales y que han implantado programas de intervención multinivel a largo plazo. SunSmart School Australia http://www.sunsmart.com.au/ es un ejemplo de un programa de intervención multinivel, pues se desarrolla en medios de comunicación, escuelas, lugares de trabajo y espacios de ocio. Tras 20 años, Australia ha logrado mejorar los hábitos de fotoprotección de la población y reducir la incidencia de melanoma en un 11% en personas de entre 15 a 49 años. Se estima que SunSmart ha evitado 28.000 años de vida ajustados por enfermedad (AVAD), equivalente a 22.000 años de vida salvados en el estado de Victoria desde 1988, y de continuar en los próximos 20, se prevé que evitaría otros 120.000 AVAD. El ahorro económico que ello supone, significa que por cada dólar australiano invertido en SunSmart, han retornado 2.30 dólares. En Europa, se ha calculado que el impacto de esta estrategia proyectada a 2050, podría reducir el 31% el número de futuros casos de melanoma, el 35% el número de casos de carcinoma basocelular, y el 46% el número de casos de carcinoma espinocelular.